viernes, 21 de septiembre de 2012

UN AÑO DE LA TRAGEDIA DE LA ESMERALDA



 
Manizales, 21 de septiembre  2012


Señores
MINISTERIO DEL TRABAJO
Atte. Sr Director
Manizales

Asunto:            Investigación.

Respetados señores:

Cabe recordar que le compete al Ministerio del Trabajo conocer y precisar las claridades normativas en materia de responsabilidades que pudieran haber tenido en el tema los empleadores directos o quienes los contrataron para realizar estas labores (Entiéndase Termotecnica  Chec una empresa epm).  Las medidas de protección, las medidas de capacitación, los elementos de protección personal y en general todas aquellas que hacen parte de la normatividad que en materia de riesgos profesionales debieron haber aplicado.

Por esa razón y en mi calidad de Presidente del Sindicato de trabajadores de  la Chec – Sintraelecol Caldas – Solicito a ese Ministerio.

-     Copia del informe levantado por ese Ministerio por y con ocasión de los lamentables hechos presentados el 21 de septiembre de 2011.
-     Resultados y actuaciones administrativas adelantadas frente al tema.
-     Acciones propuestas para evitar que acciones como estas se vuelvan a presentar.

Es muy complejo que solo se entienda como salida el valor de las indemnizaciones que atendieron las compañías aseguradoras, es decir la responsabilidad social empresarial solo llego hasta el reconocimiento de un almuerzo y el acompañamiento a la iglesia, la pregunta al final después de estos lamentables hechos para todos los trabajadores que conocieron y vivieron el tema, termina siendo una sola…. La responsabilidad al final fue de quien…?
Esperamos respuestas y claridades al respecto,

OSCAR ARTURO OROZCO S. - Presidente.

Copia: Blog Sintraelecol Caldas – Intranet – Sindicatos – Mesa de Unidad – Seccionales de Sintraelecol – Medios de Comunicación

Manizales, Septiembre 21 de 2012

LAPATRIA.COM

 

Familias indemnizadas por tragedia de La Esmeralda piden más acompañamiento


Viernes, Septiembre 21, 2012

María Edilma Moreno de Bedoya observa un cuadro en donde está la foto de su hijo, levanta la mirada y recuerda que el día en que él murió se escuchaban las sirenas de las ambulancias por todo Chinchiná. Ella es la madre de Henry Bedoya, de 42 años, quien trabajaba con la empresa Termo Técnica Industrial, y que falleció hace un año cuando dentro de un tubo en el que trabajaba se generó una explosión.
Henry era una persona introvertida, responsable en el trabajo, que por cosas del destino empezó a trabajar en esa empresa por sugerencia de un amigo y que al principio dudó, porque tenía un viaje pendiente para España. "Él estaba contento trabajando en La Esmeralda, pero insistía en que quería irse a trabajar a ese país", comenta María Edilma.

Henry falleció junto con otros nueve obreros. El día de la tragedia murieron seis al instante, dos al siguiente día, una semana después uno y el último 15 días posteriores a la explosión.
Respecto a si han recibido una pensión o remuneración económica María Edilma comentó que la empresa para la que trabajaba su hijo concilió con su compañera sentimental las pretensiones económicas, pero que aún falta por definir otra  pensión que le corresponde, aunque reconoció que la hija de Henry ya disfruta de media pensión.





Con dos sueños
Mercedes Ospina es la madre de Mario Alejandro Marulanda Ospina, quien era conocido como El Caleño, y tenía 27 años. Ella en sus palabras da a entender que su hijo era un joven visionario y con dos sueños claros: construir una vivienda y ser policía.
Mario Alejandro llevaba dos semanas trabajando en el complejo, antes había probado suerte en construcción. Al igual que la madre de Henry, doña Mercedes lo que más recuerda del día en que murió su hijo son los fuertes sonidos de las ambulancias que retumbaron por el municipio cafetero.
El joven era soltero y vivía con su tía y con su madre en una casa del Barrio Verdum. Al preguntarle por la indemnización, dice que aún surten demandas, que esperan que salgan bien para tener algo de dinero para el sustento familiar, del cual siempre se preocupó Mario.
Él terminó secundaria en el colegio San Francisco. Prestó servicio militar en el Batallón Ayacucho. La madre reconoce que tuvo acompañamiento de la psicóloga durante tres meses, pero que en estos momentos se siente sola.

La Policía, su proyecto
José Fernán Montoya Loaiza, de 39 años, a quien llamaban Nelo, tenía su proyecto: presentarse para un curso en la Policía Nacional. Mientras dicho proyecto se gestaba trabajaba en lo que le resultara, fue así como aceptó trabajar en el Complejo Hidroeléctrico La Esmeralda.
Estercilia Loaiza, madre de José Fernán, recuerda que el mayor temor de su hijo era morir quemado o ahogado y que en los días anteriores a su muerte le manifestaba esto a su familia. Un amigo suyo expresó que minutos antes de la explosión le dijo a Nelo que salieran a tomar agua, pero él le respondió que no, ya que debía entregar unos insumos al ingeniero y ya casi acabaría el turno de trabajo.
La madre expresa que José era el menor de cinco hermanos, era honrado, trabajador y muy colaborador con los gastos de la vivienda, estuvo casado y se había separado.
Doña Estercilia agrega que la empresa para la que su hijo trabajaba se manejó muy bien durante tres meses, pero que a partir de ese momento, no la volvieron a visitar. Agrega que les dieron un sustento y que le empezó a llegar una pensión de la que disfruta. También le llegó una indemnización con la que arregló la casa y compró un vehículo.

Desde la Chec
El Complejo Hidroeléctrico La Esmeralda, donde sucedió la tragedia, pertenece a la Chec. La empresa desde el primer momento estuvo a cargo de la información y de mantener el tubo y el lugar en cadena de custodia para la investigación de la Fiscalía y del Ministerio de Protección Social.
El tubo metálico es de 520 metros de longitud y su función es conducir agua. Los trabajadores cubrían el interior de este con productos que lo protegen contra la oxidación producida por el contacto con el agua y el aire.
Santiago Villegas, subgerente técnico de la empresa, expresó: "Desde el primer momento se descartó que la explosión se haya generado por acumulación de gases, el Ministerio de Trabajo hizo una investigación desde el punto de vista de seguridad industrial y salud ocupacional y la conclusión fue que había sido un error humano, un accidente fortuito y eximió de responsabilidad a Termotécnica como contratista y a Montajes y Servicios como interventor del proyecto".
Del tema de indemnizaciones y pensiones afirmó: " Termotécnica ha hecho la gestión de la indemnizaciones y acompañó todo el trabajo con los sobrevivientes, al parecer solo hay un caso en donde no hay claridad acerca de quiénes son los beneficiarios de la pensión de la víctima".
La Chec ofrecerá hoy a las 11:00 de la mañana una misa para recordar a las víctimas, esta será en la Basílica de Chinchiná.

Las víctimas
José Fernán Montoya: Edad: 39 años. - Había ingresado a trabajar a la empresa que hacía las reparaciones 15 días antes de la tragedia. Era el menor de cinco hermanos, separado.

Alirio Augusto Largo Guevara: Edad: 25 años - Cumplía años tres días después de la tragedia. Vivía en unión libre y tenía un niño de 13 meses. Llevaba alrededor de un mes trabajando para la empresa de Sandblasting y pinturas. Sus familiares lo definieron como una persona decente, excelente trabajador, sociable y servicial. Una hermana de la víctima contó que él no tenía que trabajar el día de la tragedia, pero que lo llamaron para hacer un remplazo.

Mario Alejandro Marulanda: Edad: 27 años. -Familiares expresaron que llevaba 15 días trabajando en la planta. Estaba contento porque había conseguido trabajo después de probar suerte en la construcción. Natural de Chinchiná.

Carlos Arturo Barón: Era natural de la vereda La Cachucha, de Chinchiná, en donde vivía con un sobrino y su familia. Le gustaba el fútbol y era hincha del Atlético Nacional. El obrero era el mayor de tres hermanos y estaba soltero.

Germán García: Edad: 39 años. - Murió un día después de la explosión en la clínica La Presentación, de Manizales. Lo que más deseaba era que sus hijos y su esposa salieran adelante. Hace dos meses trabajaba en La Esmeralda y se sentía contento porque ganaba dinero para comprarle un computador a sus dos hijas, de 10 y 17 años. Era oriundo de Pereira (Risaralda).

Henry Bedoya: Edad: 42 años. - María Estela López, esposa, recordó que el martes anterior a la tragedia, su esposo le recordó especialmente que la quería mucho y que todo iba a ser igual sin importar lo que pasara. Ella sintió el gesto como una despedida. Era natural de Chinchiná y tenía dos hijos de 19 y 7 años.

Julián David Gómez Gómez: Años: 21 años - Falleció en el Hospital Simón Bolívar, en Bogotá. Allí lo trasladaron, luego de que resultó herido en la explosión. Su muerte fue el 9 de octubre, siendo la última persona en morir de este hecho. Era de Medellín y su pasatiempo eran las actividades extremas. Pasaba sus días libres entre las rocas de Antioquia junto a otros escaladores, que lo llamaban 'Bikini'. Su afición lo llevó a desempeñarse en trabajos en altura y de seguridad industrial.

* Julián Andrés Merchán: Murió una semana después de la tragedia en el Hospital Santa Sofía, de Manizales. Estuvo en la Unidad de Cuidados Intensivos del centro hospitalario desde el día de la explosión. Fue la novena persona que falleció. Trabajaba en el lugar como inspector de interventoría de la obra de mantenimiento de la tubería de conducción de agua, dentro de la cual se produjo la tragedia.
* Manuel Tiberio Restrepo.
* Jhon Jairo Gil.



No hay comentarios:

Publicar un comentario